viernes, 19 de febrero de 2016

aroma

Su recuerdo huele a estar en casa,
a mate, a risa.
Abrir los ojos es encontrarse en este desierto.
Sumergirse en las letras para volver,
al recuerdo, al mate, a la risa.
A casa.

2 comentarios:

guille dijo...

Puesto a chusmear.

Esta entrada es preciosa.

Aunque triste.

Eme dijo...

Sí, Guille, estaba un poco triste. Necesitaba pensar en mi viejo (pasaron 20 años ya de su muerte); por él aprendí a amar las letras, era un tipo tranquilo, muy lúcido.
Pero su recuerdo nunca es triste, eh, triste era el momento.