Su recuerdo huele a estar en casa, a mate, a risa.
Abrir los ojos es encontrarse en este desierto.
Sumergirse en las letras para volver,
al recuerdo, al mate, a la risa.
Sí, Guille, estaba un poco triste. Necesitaba pensar en mi viejo (pasaron 20 años ya de su muerte); por él aprendí a amar las letras, era un tipo tranquilo, muy lúcido. Pero su recuerdo nunca es triste, eh, triste era el momento.
2 comentarios:
Puesto a chusmear.
Esta entrada es preciosa.
Aunque triste.
Sí, Guille, estaba un poco triste. Necesitaba pensar en mi viejo (pasaron 20 años ya de su muerte); por él aprendí a amar las letras, era un tipo tranquilo, muy lúcido.
Pero su recuerdo nunca es triste, eh, triste era el momento.
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