¿Cómo era?
Pienso una palabra:
Hambre.
Hambre de palabras.
Pero las palabras se esconden de mi hambre.
Siento el malestar.
Mi estómago rugir.
Tal vez ahí esté el secreto del dolor.
En las palabras que me faltan.
Escribir de noche es intentar.
Calmar el hambre.
2 comentarios:
Creo que puedo entender ese hambre de palabras.
Y que no sepas de cuales. De lo contrario, estarían presentes.
Paradojicamente, lo expresás con poesía. Por lo que estuvieron presentes, mientras escribías estos versos. Con buen resultado.
Besos.
Siempre tengo ese tipo de hambre.
No hay forma de calmarla.
Es voraz y al final me devora.
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