Mis palabras ya perdieron el norte.
No son más que un alimento inútil
y un rosario de flaquezas.
Un río que me cruza
el pecho y lo alborota.
Un remolino de piedras.
Una noche sin luna
que me hunde en el hastío.
Un laberinto sin salida,
un canto de sirenas.
Un naufragio.
Una trampa que me aleja
sin más del objetivo.
Un espejismo,
una puerta que se cierra.
Una letanía.
Un deseo incontrolable
de que sepas.
Un rumbo impreciso
que me lleva a la derrota.
Una utopía,
una quimera.
Mis palabras no son más
que una cadenita de letras.
8 comentarios:
Tus palabras parece contradecirse, porque las noto muy efectivas para describir que no lo son.
Besos.
Pero ahí se quedan.
No quieren dar más de sí.
Besos, Demi! Gracias y buen domingo.
Salen de nosotros y se estrellan contra la realidad.
Pero bueno... ahí siguen y siguen, no se cansan.
Besos.
Tus letras sí que no se cansan, Toro. Qué suerte la tuya.
Las mías salen sólo bajo amenaza, me tienen a mal traer.
Beso!
Me encantó eso de la cadenita de letras, el tema es cómo las vamos engarzando ¿no?
besos! Pasala bien en estas fechas
Muchas gracias, Frodo!
Vos también pasalo lindo.
Besos!
Con los años todo se vuelve cliché...
Saludos,
J.
Debe ser eso, José, y encima ya tengo muchos!!
Saludos!
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