Vuelvo de trabajar: subte, tren,
deshago el camino hasta la estación Martín Coronado,
no hay fila en la parada de taxis, me tiento,
esas diez cuadras que faltan son largas y oscuras.
Sopeso las perdidas y las ganancias,
quiero llegar a casa.
El taxista no quiere charlar
y pone una de Jaf
que hace siglos no escuchaba
"ha caido mucho hielo sobre la ilusión
siento latir..."
Le escondo la cara al retrovisor.
Me arrepiento, hubiese preferido caminar.
Es tarde.
18 comentarios:
Enfrentarse a las emociones, a partir de esa canción, pareció peor que caminar esas cuadras oscuras.
Besos.
Tal cual, Demi. Además me tomó de sorpresa, ya ni recordaba esa canción.
Besos!
Canciones que disparan recuerdos, escondidos, ahí.
Saludos
Exacto, canciones que disparan. Recuerdos agazapados.
Saludos, Horacio!
Hola, Eme. Me ha gustado mucho eso de "Le escondo la cara al retrovisor", y también la forma en que cierras el texto.
También me ha parecido excelente la entrada anterior.
Un saludo.
Magnifico texto.
Una manera de decir tanto con tan pocas palabras.
Has escrito en este blog cosas excelentes, esta es -como mínimo- tan buen como la mejor.
A veces -no siempre- la vida llega arrastrando hielo. Y mucho hielo sin el calorcito de algo de sol va de apoco pudriendo alguna que otra ilusión.
Pd: Esta vez salió mal, pero me gusta saberte en taxi esas diez cuadras.
Preferiría la oscuridad a un taxista callado, sospechoso.
Y JAF...qué decirte más que lo conocí y no me gustó nunca.
Cada uno.
Lo que sí me gusta es ésta crónica, hay más?
Mañana.
Besos.
JAF y Coronado en una misma crónica, es muy conurbano.
Tengo muchos amigos a los que le gusta JAF, pero preferiría no presentárselos.
Tengo muy buenos recuerdos de esa estación, pero no se los puedo contar.
Hay que sopesar las pérdidas y las ganancias.
Beso!
No conozco la canción pero ya veo que no debe ser muy buena...
Cada taxi es un universo.
Hola, Ángeles, esa frase cambió de forma varias veces antes de quedar así, me alegro de que te haya gustado.
Muchas gracias, por lo de los dos textos y por pasar por acá.
Abrazo.
Guille: Muchisísimas gracias.
Lo mío son las pocas palabras, y eso que este texto es largo, jaja.
No sé qué arrastra la vida, creo que el cuerpo y la cabeza guardan recuerdos para jugarnos malas pasadas, los muy malditos. Pero no son más que un momento. Dejar que algo se pudra ya es otra cuestión, incluso una elección. No para mí.
Pd: La próxima me bajo. Jaja. Gracias.
Yo también, Dana, pero alta paja caminar a esa hora por ese lugar, con ese cansancio.
Tampoco escucho Jaf, pero justo ese tema marcó un momento muy lejano, que volvió con golpe y porrazo.
Seguro va a haber más crónicas, me gustó escribirla, pero a vos te salen mejor.
Estuviste, haciendo apoyo mental.
Gracias.
Besos!!
Y sí, es muy conurbano. Aunque lo mio es un poco más... cómo decirlo? Más Megadeth.
Bue, escondés los amigos y los recuerdos, algo sospechoso debe haber... Jaja.
Besos, Frodo.
Toro, la verdad que no es buena, al menos para mí, no me gustan en general las canciones cargadas de melancolía, no soy de las personas que se regodean en el dolor.
Es verdad! Si cada persona es un mundo, cada taxi un universo Jajajajaj, me encantó.
Besos!!
¿Qué sería de nosotros sin las malas decisiones...?
Saludos,
J.
Me dejaste pensando, José, cuál sería en este caso la verdadera mala decisión.
Abrazo!
Tengo en mi blog un relato que escribí hace mil (2012) y se llama tarde muy muy parecido! me sorprendió ,jaja un beso.
S, fui a tu blog y lo encontré, entre las entradas del 2011, es genial, gracias por pasar!!
Beso!
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