Esa verdad que te ronda la mente, que es como un rompecabezas. Que es necesaria pero que no querés decir en voz alta para que las piezas no se ordenen. Porque entonces sí que sería verdad.
Algo así pero no me sale, no consigo ordenar las palabras en las puntas de mis dedos, lo tengo ahí, ahí.
Che pará, de paso un mate, tanto tiempo sin vernos.