miércoles, 3 de octubre de 2018

Pesadillas = insomnio

Me hago un gorro de chef
con el papel de un diario viejo.
Tuesto el arroz antes de hervirlo
para que sepa mejor.
Tiendo el mantel de algodón amarillento
y pongo las copas de cristal de Baccarat.
Rehogo las zanahorias con
las cebollas lavadas
que quedaron de la ensalada de ayer.
Dispongo los platos de porcelana china
y los cubiertos de alpaca labrada
(recuerdos de una época
que llegué a conocer).
En el aire flota el olor de las especias:
tomillo, albahaca y laurel.
Hoy pongo cara de estamos de fiesta
y les sirvo mi plato gourmet.



7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Un día es un día... a la realidad hay que darle un portazo de vez en cuando.

Besos.

guille dijo...

Que buena pinta tiene ese arroz.

Que bueno poner cara de estamos de fiesta, que es una buena manera de empezar una fiesta.

Dana dijo...

Mi hizo acordar a los poemas que leía en la escuela...
Hasta vi el dibujito de la señora con delantal y sonrisa Odol.
Me gusta esa descripción.
Besos, mates. Menos limón y se van las pesadillas.

José A. García dijo...

Y el que quiera entender que entienda...

Saludos,

J.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Parece que hay recuerdos de una prosperidad pasada. Lo que es un toque melancólico. Pero la receta parece prometedora de un buen sabor.
Besos.

Frodo dijo...

La mesa está servida y yo sin lavarme las manos.
Con tantas sensaciones como para no tener insomnio. Tal vez tenés que aflojar un poco a la receta para no estar con los sentidos estallados.

Beso!

Eme dijo...

Gracias, por andar por estos lares. Soy una experta en arroz. Y en portazos.

Besos a todos.