domingo, 29 de diciembre de 2019

Dominguera pulcritud


Los domingos vuelven a ser míos (por un lapso corto de tiempo). Bueno, míos: del pasto crecido del fondo, de la limpieza de los muebles, del orden, de tirar cosas. Limpiar y tirar cosas me encanta, me gusta vaciar, liberar espacio. Aprovecho para hacer espacio hasta en el correo electrónico. Elimino mails de la bandeja de entrada, los elimino de enviados y de eliminados también. Los recupero y los vuelvo a eliminar para siempre. Porque ahí está el secreto para que no quede nada. Por suerte con las cosas materiales es más fácil: las meto en una bolsa, las pongo en la vereda y ya está. Siempre separando lo que sirve de lo que no. En la vereda va la basura. En la rama baja y gruesa del árbol va la bolsa con ropa, calzado, cubiertos, y otras cosas que ya fueron reemplazadas. Hasta souvenirs (que a veces quedan en el piso y terminan cambiando el destinatario). Pero también son de leer y releer, de escribir, de cuestionarme para qué escribir, de responderme que no hay opción. De ponerme a editar y a corregir. De tomar mate, de armar la pileta, de poner las patas en remojo y de decir zàijiàn.


sábado, 21 de diciembre de 2019

Cliché

Mis palabras ya perdieron el norte.

No son más que un alimento inútil
y un rosario de flaquezas.

Un río que me cruza
el pecho y lo alborota.

Un remolino de piedras.

Una noche sin luna
que me hunde en el hastío.

Un laberinto sin salida,
un canto de sirenas.

Un naufragio.

Una trampa que me aleja
sin más del objetivo.

Un espejismo,
una puerta que se cierra.

Una letanía.

Un deseo incontrolable
de que sepas.

Un rumbo impreciso
que me lleva a la derrota.

Una utopía,
una quimera.

Mis palabras no son más
que una cadenita de letras.


jueves, 24 de octubre de 2019

Viaje en bondi

Amarillo, verde, arranca. Dobla por Rosas hasta Nuestra Señora de La Merced, desde ahí, continúa hasta Pringles, derecho hacia el corazón de Caseros. Belgrano está plagada de vendedores ambulantes pero a esa hora, en la que ella viaja, no se ven. General Hornos, Urquiza y de ahí unas cuantas cuadras por Avenida San Martín. La próxima es su parada, sobre Moreno. Descenderá, el colectivo seguirá su camino hasta llegar a La Boca. Con ella se bajaran sus pensamientos, sus dudas y sus convicciones.


Haciendo limpieza de borradores me encontré con este texto viejísimo. Se salvó porque me trae lindos recuerdos.

sábado, 19 de octubre de 2019

La recepcionista confundida






Cuando despertó encontró las llaves de la sala en el gancho de los repasadores. Los restos de la noche indican que le hizo mal el té. 


 


💁

miércoles, 9 de octubre de 2019

¿No sabe o no se anima?

El lápiz dibuja en el aire historias infinitas.
Pero nada le dice al papel que espera anhelante.

                                                 

martes, 24 de septiembre de 2019

Castillo de naipes

Volver a casa.
El pelo siempre alborotado.
La cara roja.
Oler el mate que está esperando.
La novela de las cinco suena en la tele
mientras planchás.
Desenredás mi pelo con tus manos.

Alguien me sacude. Federico Lacroze, escucho en los parlantes.
Despertar.



miércoles, 4 de septiembre de 2019

Miércoles vegano

Lavar los platos con agua y sal,
el piso con vinagre.
Perfumar las sábanas
con nuez moscada.
Refregar el baño con limón,
los muebles con aceite de oliva.
Manzanilla para el dolor de espalda.





sábado, 31 de agosto de 2019

El regreso de la recepcionista.


-Hola, ¿tienen wifi de casualidad?
-No, tenemos porque lo pagamos.
-...
La recepcionista sonríe y se va.

sábado, 3 de agosto de 2019

Para Claudia


Reflejo

Si pudiera, liberaría los cauces de sus ojos.
No se la juzgará por no haber vivido,
aunque ahora no haga más que resistir.
La miro y sabe que yo sé.

Ella se ve reflejada en el fondo de mis ojos.
Y el reflejo de sus ojos en los míos,
le devuelven la mirada. Y ella piensa:
Si pudiera, liberaría los cauces de sus ojos.


Titubeo

El leve titubeo deforma sus comisuras.
Y yo tengo ganas de abrazarla.
Se romperían sus diques si lo hago.


Ejemplo

Ella me enseñó que no hay otra manera de salir.
Hay que escribir. Hay que escribir, me dijo sin palabras.
Escribir ignorando a todos. Escribir aunque nadie entienda.
Aunque nadie lea. Escribir hasta no dar más.


Ya verás que es un bálsamo. 
Consuélate. 
Escribe la noche en un papel.
Aquiétate. 
No vayas al fuego.




Hasta pronto y gracias.











viernes, 12 de julio de 2019

viernes, 28 de junio de 2019

"Y al respirar, propongo ser quien ponga el aire"
Vetusta Morla 

Me asomo a la ventana.
Rememoro tu llegada.
Tu mirada fija en mi mirada,
a cada paso.
Nos abrazamos.
Nos comemos las bocas.
Tomo ron para recordar el sabor.
Siento tus manos,
como garras,
en mi espalda.

viernes, 7 de junio de 2019

Cruzarte en esta vida

Es eso, es un ratito nomás.
Una caricia, un vino, una palabra.
Es saberte cerca,
sin otro compromiso
más que el del deseo.

sábado, 25 de mayo de 2019

Chinito

Primero el pulso
la urgencia
la puerta cerrada.
El arrebato como un juego de niños.
Después tus ojos y tu boca
me enseñaron los cielos de Tilcara.
Sobrevolaron pájaros la sala.
Rondó la muerte,
y el miedo
se mezcló con la mañana
y los besos con gusto a té.

Chinita.

domingo, 5 de mayo de 2019

Para esperar

Soy horrible para chatear, me equivoco, desconozco los filtros, lo arruino todo. Es fácil que me entiendan mal y es seguro que yo no entienda nada. Me fastidio rápido, abandono la causa. No se pueden decir las cosas con los ojos. No se puede deslizar una caricia con el mate. O compartir una sonrisa franca. Pero en estos tiempos de redes parece no haber chance. Es eso o nada.

Mientras te espero, elijo la nada. El mate solo. Un libro. Y Aristimuño de fondo que es como un río que avanza y me amansa.

viernes, 12 de abril de 2019

cielo y tierra

Mientras vos surcás el cielo
yo hago surcos en la tierra
arremolinando hojas
que se elevan
para que no te caigas.
No te caigas.
Mientras yo surco la tierra
vos adelantás mis pasos
sacando las piedras
allanando el camino
para que no me caiga.
No me caiga.
Qué decir, que no haya sido dicho ya.
El sueño casi me gana,
vale la pena hacerlo esperar un ratito más.
Leerte de arriba a abajo.
No decir nada.

viernes, 29 de marzo de 2019

La recepcionista: cambio de merienda.


 
               




Clienta —¡Qué bueno, tienen librería! Y se llama Petite Librairie... ¡qué monada! 
¿Y se pueden comprar?

Recepcionista —...



domingo, 24 de marzo de 2019

Domingo de mates y de libros

 Mi viejo también hablaba con los libros. Lo supe hace unos años; estaba revisando la biblioteca, repasando los libros que me dejó, y encontré sus anotaciones. Ya los había leído, él me los pasaba pero, vaya uno a saber por qué, me había olvidado que los cuestionaba.

Lo mismo hago yo, pero no les tengo tanto respeto, no uso una hojita aparte, los subrayo, les hago preguntas en los márgenes, me río con el autor, me indigno. Y tantas cosas más.

Esta hojita la encontré suelta, no estoy segura de a qué libro pertenece, pensé que a El hombre mediocre, de José Ingenieros, pero por lo que dice supongo que a Las fuerzas morales, del mismo autor. No encontré el libro así que me puse a investigar y di con esta frase:
"Toda actividad debe tener un propósito consciente: no hacer nada sin saber para qué..." (Me suena de algo).

Entre las lecturas de mi papá y las frases de mi mamá (que merecen capítulo aparte) tengo clarísimo cómo es que soy la persona más terrenal de la tierra terrestre. Gracias. Y, Girondo: vos tampoco me importás.




viernes, 22 de marzo de 2019

¿Por qué no?

Pero eso no era cierto, 
no era más que un deseo carente de sobriedad.
La tarde había pasado y nada.
La noche se almidonaba en alcohol.
En otro momento se hubiese entregado a la escritura deshilachando palabras,
le hubiese contado que no aguantaba más nada.
Que la vida se había convertido en un cuarto silencioso,
que los mates no eran más que un rito solitario de yerba y agua.
Pero ¿para qué?
Para qué contarle.
Todo lo que ahora hace es premeditado,
lo sopesa, lo evalúa y se pregunta ¿para qué?
Aunque ganas no le faltan
de esgrimir una pregunta
-sin pensar-
que le devuelva el caos.


¿Buscar?



Dejar de buscar 
con la clara conciencia de que se deja 
no porque no haya, sino porque no se sabe
no es dejar de buscar, 
es darse un tiempo para saber 
que nunca cesa la angustia, 
al menos no para los esteparios... 
pero tampoco la búsqueda. 

           E. P.




Revisando borradores me encontré con este texto que guardé, era un comentario que alguien me dejó en un viejo blog y que me gustó. Lástima que ya no me acuerdo a quién pertenecen las iniciales. 

martes, 19 de marzo de 2019

Latidos sin corregir

Tal vez sea esto nomás
y olvidarse de las ganas.
Que ya a estas horas.
Que ya oscureció.
Cebarme un mate
aunque el agua esté fría.

Transcribirte en mi cuaderno
a punta de lápiz,
seguirte el ritmo -a veces- endiablado
aprenderte de memoria y recitarte.

Hacer dos pasos descalza,
mirar por la ventana.
Y la gotera y los chicos y el cansancio.
Que ya está bien.
Que ya no puedo bailar en puntas de pie.

Y que tal vez
sea esto nomás.
Volver al texto:
leerte, releerte, subrayarte.
Cebarme un mate y hamacar
mi tímido deseo en tus palabras.

domingo, 17 de marzo de 2019

A la recepcionista se le va la olla


Alumno ¿Puedo fumar en el descanso de la escalera?
La recep –...
Alumno –Pero cierro la puerta del medio. 
La recep No, eso es adentro, podés ir a la terraza.
Alumno Pero me da vértigo la escalera caracol.
La recep ¿Y no te da vértigo morirte de cáncer?


P/D: Fue la recepcionista, yo no tuve nada que ver.

sábado, 16 de marzo de 2019

Declarando al viento

Soy la viga que sostiene
las paredes de hojas secas
de esta casa
y que se clava en el suelo
de agua helada.
La ventana que se abre
perezosa a la mañana.
Las gotas de lluvia.
El viento que arrasa.
El latido que se mece
impaciente en tus palabras.  


sábado, 9 de marzo de 2019

Cita a ciegas

Miércoles 21.30 hs. (Whatsapp)

Leandro -Hola, ¿el viernes podemos encontrarnos? Lo más temprano posible.
Eme -Dale, ¿a qué hora?
L -A la que vos puedas. Un rato antes de salir te avisaría de todos modos.
M -Bueno, yo puedo desde las nueve, ¿te parece bien?
L -Sí. Fenómeno. Te confirmo antes. 
M -Genial.
L -Dale, nos vemos.
M -Sí. Nos vemos.

Hijos:
-Pero mamá, ¿estás segura? No sabés quién es el tipo.
-¿Querés que te acompañemos?
Mamá:
Mirada asesina.

Aunque los nervios estaban, pero eso era algo que sólo sus amigas podían saber.

Viernes 8.30 hs. (Whatsapp)

L -Cargo gnc y salgo. Te aviso cuando estoy cerca.
M -Perfecto, decime por qué lado venís.
L -Por Derqui. No conozco mucho. 

15 minutos después 

Eme -Estoy en la estación, calle Itacumbú, ¿venís por esa o por Marconi?
L -Estoy a 10 minutos, cuando llego te busco. No tengo idea.
M -Ok.

10 minutos después 

L -Estoy en Marconi, veo la estación, ¿dónde te busco?
M -Ya vuelvo, fui a mirar los negocios.
L -¿Nerviosa?
M -¡Ja! Bueno, andá hasta la estación, ya voy. 
L -¿Cómo te reconozco?
M -Tengo un libro en la mano. Tiene la tapa muuuy amarilla, me vas a ver.

Cara a cara

L -Hola, por fin te encuentro.
M -¡Por fin, cúantas vueltas tuviste que dar!
L -No importa. Por un libro hacemos cualquier cosa, eh.
M -Jaja.


La comodidad de que pasaran a buscar los libros por lo de "la recepcionista", me había hecho olvidar lo emocionante que puede ser ir de intermediaria a una cita a ciegas de un libro con su lector. ¡¿Qué se pensaban?!


La librera





viernes, 8 de marzo de 2019

Esta dulce manía de perder

Perdiste otra vez
los jardines y sus flores, las mañanas soleadas.
Los mates tibios, la cama acompañada.
Lo perdiste todo otra vez.

Nunca festejaría una derrota tuya,
nunca festejarías una derrota mía.

Somos polos iguales.


lunes, 25 de febrero de 2019

Le gusta Lola.

En la foto parece flotar:
con los ojos cerrados,
una burbuja apretada entre los labios,
con los brazos sobre el pecho formando una cruz.

Se encuentra con Lola.

La mira y parece otra:
con los pies bien clavados en la tierra,
una sonrisa serena,
los ojos y los brazos abiertos de par en par.

Ya no le gusta Lola.

domingo, 3 de febrero de 2019

Entrevista: Silvia Sánchez, para Revista Kundra.


Comparto un fragmento de la entrevista que le hice a Silvia Sánchez, escritora patagónica, cuando vino a Buenos Aires a presentar su nuevo libro de microficción: Hoy supe. 

Para leerla completa clic en el link 👉 Silvia Sánchez, en Revista Kundra.



SILVIA SÁNCHEZ: “ME GUSTA OBSERVARLO TODO, EN SILENCIO, Y PENSAR: ALLÍ CREO QUE ESTÁ LA CANTERA”


Incitada por el silencio, la curiosidad y la reflexión, la producción literaria de la escritora roquense Silvia Sánchez es abundante y abarca todos –o casi todos– los géneros. Con seis libros publicados y una amplia participación en actividades que conjugan las artes plásticas y la literatura, su búsqueda de nuevas formas de expresión no cesa.


Silvia Angélica Sánchez nació en General Roca, Río Negro, un día de noviembre excepcional: caía una intensa nevada. Ser hija única y sobreprotegida hizo que creciera con pocos amigos, por lo que la necesidad de expresarse la llevó a escribir desde muy pequeña. Hoy, gracias a esa necesidad, sus textos integran diversas antologías de Argentina y España. También coordinó actividades en el Centro de Escritores de General Roca –donde editó la revista Desde el Andén, hoy digital– y distintas muestras colectivas que combinan texto e imagen. Además de la muestra individual de minificciones Placas hi Storias, que la llevó hasta la Universidad de Laguna, en Tenerife, donde participó del II Simposio Canario de Minificción. Silvia cuenta con seis libros de su autoría: el poemario Molino de Tierra fue el primero en ver la luz; a ése le siguieron No sé, amos (relatos) y Reflejos del Hambre y otras luces (cuentos). Posteriormente publicó su primera novela de género, Dejaron de venir las visitas, y Circuito Tierra (relatos). A mediados de 2018 presentó su libro de microrrelatos Hoy supe. A propósito de este nuevo libro –y de otras cosas– vamos a hablar en esta nota.


Silvia, para comenzar te invito a que compartas un texto de Hoy supe y que nos cuentes algo sobre él.

Aprendizaje

Hoy supe de un psicólogo en un hospital público que
toqueteaba a una incapaz. Ella estaba convencida de
que así aprendería para cuando tuviera novio. Él, en
cambio, no tenía ninguna convicción.

Jueves 19 de abril del 2018


Todos estos microrrelatos están inspirados en casos penales que han ocurrido en la realidad, en mi tierra. Son de alguna manera historias mínimas porque no han tenido transcendencia mediática y no se han hilado sobre ellas grandes discursos. La historia que comparto, por ejemplo, es la de un psicólogo en un hospital público y el modo en que se aprovecha de su paciente. Creo que no es un hecho único ni extraordinario; lamentablemente presumo que han sucedido, suceden y sucederán hechos similares que quedan en el silencio y el anonimato. Desde el formato de lo mínimo, contar estas historias poco contadas y sólo conocidas a través del rumor de la vecindad, aporta –creo– una visión más doméstica y humana de situaciones que pasan cotidianamente.


Para leerla completa clic en el link 👉  Silvia Sánchez, en Revista Kundra. 

Siempre gracias: Revista Kundra, Angie Pagnotta.



Foto de la presentación
De izquierda a derecha. Las muchachas: Ayelén Bustos Suárez, Silvia Sánchez, Eme. Los muchachos: Diego Barón, Nikkitoo Torres, Marcelo Bonelli, Chino Suárez, Sergio Daniel.

Si gustan pueden dejar sus comentarios por acá.👇👇👇


martes, 8 de enero de 2019

La recepcionista


Trabajar es cosa seria.
Y no todo lo que hace la recepcionista 
es poner carteles y abrir la puerta.

También publica boludeces en el blog.