domingo, 16 de diciembre de 2018

De arena y sal

Caminé con él por el muelle
mientras me contaba su versión de la historia.
Dijo que te fuiste sola.
Me llevó hasta el borde
adonde las olas ya llegan rotas
y la luna se escondió
para no ver nada.
Su voz se volvió filosa, amenazante como el mar
y el muelle se convirtió en un monstruo
de garras acuosas.
Se puede tirar a alguien desde acá –susurró–
dejar que se rompa contra las rocas
que se lo coman los peces, ¿sabés?
y nunca
nadie
se va a enterar.
La brisa marina se llevó sus palabras.
Y mi boca se llenó de arena y sal.

10 comentarios:

guille dijo...

La boca de arena y sal.

Y los pies raudos para salir corriendo.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Coincido con el final del primer comentario.
Parece que lo supiera por experiencia lo de cometer un asesinato sin que nadie sementere. Por lo que escribiste seria un policialmen versos.
Besos.

TORO SALVAJE dijo...

El poema es magnífico.
La inquietud y el desasosiego se contagian al lector.
Me ha gustado mucho.

Besos.

Ángeles dijo...


Me encanta el texto por la forma, y el efecto es escalofriante.
Estupendo.

Saludos.

Frodo dijo...

Espectacular! Un poema cinematográfico! Me dejó muchas imágenes.
¿como The End?
Y ahora necesito ver un par de escenas más..

Beso

José A. García dijo...

Suena más a pose que a otra cosa...
Pero sí se merece quedarse sólo, por imbécil.

Saludos,

J.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Que tengas un feliz 2019.
Nesos

Eme dijo...

Gracias por los comentarios.

Es un textito basado en hechos reales, aunque de hace mucho mucho tiempo.

¡Besos!

Laura dijo...

Pues yo te dejo aquí mis palabras, para que no se pierdan.
Bello poema.
Saludos.

Eme dijo...

Bienvenida y gracias! Pasaré también.
Saludos, Laura.