El libro está basado en la vida tormentosa de la escultora Camille Claudele.
Ni bien terminé de leer, me tuve que poner a buscar. Y, entre otras cosas, me topé con este precioso verso de Paul Claudel, poeta, hermano de Camille (y a quien odié mucho, después de cerrar el libro):
Cómo hablaros del otoño cuando tengo todavía en el oído esa agria flauta de la primavera que me llena la boca de agua.
8 comentarios:
Que intriga ese odio!
Buscare...
Bueno, está muerto tampoco te va a odiar él a ti... o sí... quizás se te aparece esta noche y te araña un ojo...
Cuidado!!!
Buscá, Dana, y si no encontrás vas a tener que esperar a la próxima mateada. Besooo
Jaja si esta noche viene el insomnio la culpa va a ser tuya!!
Besos, Toro.
Siempre he creído que odiar es una perdida de tiempo.
Pero puesta a hacerlo, el odiado se lo merece.
Guille: Reprimir un sentimiento, también es una perdida de tiempo. Más si es momentáneo y más todavía si se lo merece.
Y sí, se lo merece.
Confesiones de invierno... crudo invierno
¿cuándo llega la flauta primaveral?
No conozco nada de Camille y Claudel
Pero ahora prestaré atención
Beso!
Frodo, no sé, pero que llegue, por favor!!'
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