sábado, 20 de abril de 2013

Egoísmo.

El aire está viciado, espeso. Huele a querer ser. Todavía indeciso. 
Como a eucaliptus penetrante. Cannabis religiosa. Denso como la miel. 
Ineludible deseo de querer poseer.
Como un impulso vital, tentador. 


Huele a chocolate y limón.




(perdón, se me escapó la tortuga) les dejo un mate y muy buen fin de semana!


12 comentarios:

Anónimo dijo...

Nena ¿que hiciste qué?
acordate que tenés vecina.
Saludos Mirtis.
Moni.

oh nikita dijo...

Uy, llega hasta acá ese perfume!!!!!!

Darío dijo...

Divino...

Annabel NC dijo...

Qué rico olor a limón... ;)

mientrasleo dijo...

Un texto con muchísima fuerza el que nos dejas hoy.
Un olor penetrante, sin duda
Besos

Dana dijo...

Chocolate y limón es una mezcla perfecta.
Beso!

Eme dijo...

Gracias a todos por la visita ;)
Besos y buena semana!

tecontaretodo dijo...

Yo no sé dónde vivirás (ni lo pregunto), ¿pero cómo hacés para percibir esos olores en la ciudad?
Es obvio que tenés un don =)
Saludos de Tecontaretodo.

Eme dijo...

Ya te voy a hacer un post con una foto del lugar donde vivo, los de capital dicen que es el medio del campo, pero estamos acá nomás che!
no creo que un don, se me va la olla digamos y alguna tara con los aromas...

Besoss!

Silvia Parque dijo...

Tienes una tortuga. Yo también, dos. Antes se escapaban. Ahora asumo que salen, pasean y aparecen.

Manuel Torres Rojas dijo...

¡Ni el más triste pájaro se lamenta!

Eme dijo...

Silvia, la mía nunca volvió!
Manuel, gracias por tu paso, me alegra verte :)