miércoles, 23 de julio de 2025

Pero siempre vuelve

Tengo un extrañar chiquito, lento y suave. A veces llega de noche, mientras escribo y la pava silba. 

Entonces le digo que no, ahora no, que tenés que esperar. Y se acurruca a un costadito. 

Ahí se queda paciente. Porque mi extrañar es doméstico y tranquilo.

Cuando termino, se mete a la cama conmigo, se hace un bollito, lo abrazo, lo entibio y nos quedamos dormidos.

A la mañana, abro los ojos y mi extrañar ya no está. Sale a pasear, se pierde, con los primeros rayitos de sol.

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1 comentario:

TORO SALVAJE dijo...

Es entrañable tu extrañar.
Seguro que vuelve, y vuelve, y se va un tiempo y retorna... es que tu extrañar vive en tu corazón y esa es su casa de verdad.