martes, 24 de septiembre de 2019

Castillo de naipes

Volver a casa.
El pelo siempre alborotado.
La cara roja.
Oler el mate que está esperando.
La novela de las cinco suena en la tele
mientras planchás.
Desenredás mi pelo con tus manos.

Alguien me sacude. Federico Lacroze, escucho en los parlantes.
Despertar.



8 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Me gusta como escribis}
Besos.

JLO dijo...

no es despertarse, es volver de algún lado, eso es lo que me gusta de esta experiencia que contás que se intuye gozoza...

Eme dijo...

Gracias, Demi!
Besos

Eme dijo...

Sí, puede ser que sea volver.
Besos, JLO.

Frodo dijo...

Ja! Si me habrá pasado... esos castillos de naipes en los trenes.
En el ramal Retiro-Suárez incluso he "rebotado", me quedé dormido a la ida y me desperté volviendo.

Tus coterráneos Los Piojos tienen una canción que dice:
"el chofer dice: terminal.
Se te derramaban los ojos,
se te derramaban de atrás"

Beso!

José A. García dijo...

Dormir es la única máquina del tiempo que conoce, y desdeña, el hombre. Incluso algunos ilusos creen poder interpretarlos con teorías absurdas...

Saludos,

J.

Eme dijo...

Y hablando de naipes, Frodo, me encontré con dos en la puerta de mi casa y me acordé de vos. Jaja.

Qué feo "rebotar" en el viaje, por suerte, nunca llegué a tanto.

Besos!!

Eme dijo...

Sí, J, tenés razón, es la única máquina del tiempo! Nunca lo había pensado, debo decir.

Abrazo.