Abrocharme el corpiño. Ponerme una remera y arriba un buzo, porque hace frío. Calzarme las zapatillas. Meter un brazo en la campera y después el otro. Cosas de todos los días. Mantener el equilibrio. No caerme contra la cajonera de madera y golpearme la espalda. Recordar que la alarma sonó recién para que me tome los medicamentos. Tomar los medicamentos sin atragantarme: cinco en la mañana, tres en la tarde, dos en la mediatarde, cuatro en la noche. Me parece fácil y que lo podría hacer siempre, cualquier día, todo el tiempo. Cómo no puede ella abrocharse el corpiño, mantener el equilibrio, recordar por qué sonó la alarma, meter un pie en la zapatilla, meter el otro, tomar todos los medicamentos que yo no tengo que tomar. Por qué no puede, si a mí (todavía) me resulta fácil.