la urgencia
la puerta cerrada.
El arrebato como un juego de niños.
Después tus ojos y tu boca
me enseñaron los cielos de Tilcara.
Sobrevolaron pájaros la sala.
Rondó la muerte,
y el miedo
se mezcló con la mañana
y los besos con gusto a té.
Chinita.