lunes, 23 de diciembre de 2013

Sentencia.





Me contó una pajarita que la historia que sigue la presenció desde una ventana, al otro lado del edificio donde transcurría, así que sólo vio las imágenes... lo que se dijo si coincidió, no es más que eso... pura coincidencia (así me dijo). Los dejo con ella: 


-Te está usando –le dijo él agachando la cabeza y casi en un susurro para no lastimarla, suavizando el tono lo más que pudo para que esas palabras filosas no salieran de su boca como dagas.
-Andate, no sé cómo te atrevés a decirme eso –dijo ella con lágrimas y enfado, acomodándose más en el borde de la ventana donde estaba sentada y lanzando con fuerza el cigarrillo a la calle.
Él se quedó parado un momento en la penumbra de la habitación, justo en el centro. Con su cuerpo girado hacia la puerta y el rostro vuelto hacia ella. Hizo un leve gesto con la boca, como un puchero de niño pequeño, apretó los ojos y los puños aguantando el nudo que tenía en la garganta. Giró la cara hacia la puerta y respirando con bronca y arrastrando un poco los pies, como quien no quiere irse del todo, como quien espera un llamado que lo detenga, se encaminó hacia afuera. 
Ella se quedó sola, triste, dolida, avergonzada.           Sabiendo que él tenía razón. 
                                                                          

                                                                    Autora:  Amatista.- (Entre Ríos)



           Hoy les cambio, no se enojan? el mate por una cerveza... Hasta más ver!